El programa fue subiendo de tono emocional en la medida que transcurrìan los minutos y los jòvenes iban asumiendo que serìa èsta la ùltima oportunidad en que estarìan en la escuela que los cobijò por 9 años en la mayoría de los casos.
La ceremonia estuvo presidida por autoridades, directores, profesores y muchos padres y apoderados que acudìan a testimoniar este importante paso en la vida de sus niños y niñas.
Los profesores, Sra. Julia Quevedo Torres y don Jorge Gaytàn Almendares fueron los encargados de despedir a los alumnos. Hicieron un recuento de las manifestaciones alegres convividas con todos ellos y entregaron un mensaje de superaciòn y bienestar en su vida futura.
Tuvimos oportunidad de escuchar un par de piezas de flautas, ver una danza tradicional, y entonar la Hora del Adios.
En la ceremonia se realizó el traspaso de dos íconos en la historia de la escuela. Se trata de entregar el Estandarte de la escuela y el Pabellón Nacional, que es portado por alumnos destacados del establecimiento, elegidos por su condición de buen alumno, buen compàñero, rectos, solidarios, y comprometidos con su escuela.
Las lagrimas no estuvieron ausentes en la ocasiòn. Ninguno podìa sobreponerse a la idea de recibir de manos de su profesor ese documento que legalmente los acredita como egresados de enseñanza básica, pero que para todos tiene un significado más profundo. Y allí quedaron fundidos en un abrazo de adios y hasta siempre con sus profesores y amigos, compañeros y compañeras de curso.
El Himno a la Escuela tuvo un sonido diferente, una energía distinta y la Canción del Adios cobró más sentido que nunca.
Casi todos los niños y niñas ingresaron desde kinder a la escuela manuel Orella y toda su vida escolar ha significado una constante lucha de superación y crecimiento que se manifiesta en este minuto en que hay dejar sus aulas y amistades para recomenzar en otro lugar. Todos esperamos que a nuestros niños les vaya bien, tengan oportunidad de seguir estudios regulares y que tanto padres como alumnos entiendan lo que significa llegar a una meta que los convierta en profesionales, pero por sobre todo personas de bien.
La ceremonia estuvo presidida por autoridades, directores, profesores y muchos padres y apoderados que acudìan a testimoniar este importante paso en la vida de sus niños y niñas.
Los profesores, Sra. Julia Quevedo Torres y don Jorge Gaytàn Almendares fueron los encargados de despedir a los alumnos. Hicieron un recuento de las manifestaciones alegres convividas con todos ellos y entregaron un mensaje de superaciòn y bienestar en su vida futura.
Tuvimos oportunidad de escuchar un par de piezas de flautas, ver una danza tradicional, y entonar la Hora del Adios.
En la ceremonia se realizó el traspaso de dos íconos en la historia de la escuela. Se trata de entregar el Estandarte de la escuela y el Pabellón Nacional, que es portado por alumnos destacados del establecimiento, elegidos por su condición de buen alumno, buen compàñero, rectos, solidarios, y comprometidos con su escuela.
Las lagrimas no estuvieron ausentes en la ocasiòn. Ninguno podìa sobreponerse a la idea de recibir de manos de su profesor ese documento que legalmente los acredita como egresados de enseñanza básica, pero que para todos tiene un significado más profundo. Y allí quedaron fundidos en un abrazo de adios y hasta siempre con sus profesores y amigos, compañeros y compañeras de curso.
El Himno a la Escuela tuvo un sonido diferente, una energía distinta y la Canción del Adios cobró más sentido que nunca.
Casi todos los niños y niñas ingresaron desde kinder a la escuela manuel Orella y toda su vida escolar ha significado una constante lucha de superación y crecimiento que se manifiesta en este minuto en que hay dejar sus aulas y amistades para recomenzar en otro lugar. Todos esperamos que a nuestros niños les vaya bien, tengan oportunidad de seguir estudios regulares y que tanto padres como alumnos entiendan lo que significa llegar a una meta que los convierta en profesionales, pero por sobre todo personas de bien.
