miércoles, 8 de septiembre de 2010

Educación parvularia en peligro de extinción

Indignación existe entre los funcionarios de la escuela Manuel Orella ante las disposiciones de la Secretaría Ministerial de Educación que autoriza el funcionamiento de esta modalidad con una matrícula máxima de 53 alumnos, en consecuencia que los párvulos en la escuela suman 113. Esta situación ha generado multas a la escuela y al DAEM Caldera por incumplimiento de esta disposición y mientras se mantenga.
A todas luces no es una cuestión regular ni sensata, pensar cercenar la matrícula a una escuela que históricamente concentra la mayoría de la matrícula en la comuna. En efecto, desde hace ya más de cuatro años que la escuela Orella atiende a tres cursos de párvulos; un prekinder y dos kinder, sumando 110 alumnos, autorización extendida por los Seremis anteriores que da cobertura a una gran población que ven en esta escuela la continuidad de la tradición familiar.
Esta disposición obliga a dejar sin atención a 54 alumnos, un 50%, un 50% que debe irse de la escuela. entre los tantos problemas que genera la situación, está el saber quiénes serán los que deben irse, los criterios que se usarán para decirle a los padres que sus hijos no pueden permanecer en la escuela durante este año 2010.
En un plano hipotético implica que para el futuro, la escuela iría mermando sistemáticante su matrícula, hasta jibarizarla en un 50% de la actual. Tenemos en este momento 762 alumnos. Esta hipótesis se sustenta en la idea de llegar al año 2011 con un prekinder y un kinder y extrapolado al 2012, un primero y para el año 2016 tendríamos sólo 350 a 400 alumnos.
Una segunda lectura nos hace la siguiente interrogante ¿Quién absorvería la matrícula excedente de la escuela Orella?¿Es que hay algún proyecto de escuela particular en ciernes y necesitan matrícula?. De no mediar una reflexión sesuda de la actual controversia estaríamos frente a un atentado en contra de la educación, ante el derecho de los niños de acceder a la educación, ante la posibilidad de despidos y cesantía para los profesionales que laboramos en esta escuela, incluso vendría a objetar el proyecto de escuela nueva en etapa de aprobación y estudio.
Estimados lectores les invito a reflexionar sobre esta absurda realidad que vivimos en estos momentos y que genera inquietud y malestar a la comunidad orellana.